
La economía circular aplicada al desmantelamiento
de instalaciones industriales en desuso
Por economía circular se entiende aquella que en principio es restaurativa y regenerativa, y que trata de que los productos, componentes y materias primas mantengan su utilidad y valor máximo en todo momento.
Planteado este concepto, es necesario avanzar hacia la implementación de un cambio de paradigma de una economía eminentemente lineal a un modelo de desarrollo y crecimiento que permita optimizar la utilización de los recursos, materias y productos disponibles manteniendo su valor en el conjunto de la economía durante el mayor tiempo posible y en el que se reduzca al mínimo la generación de residuos: el objetivo es mantener los materiales funcionando a su máxima utilidad en todo momento; evitando la generación de residuos.
El esquema básico de cómo se afrontan los proyectos desde los dos modelos fundamentales de desmantelamiento; tradicional y basado en la economía circular se puede observar a continuación:

Proyectos y derivados del golfo y la economía circular:
Una vez atendidos los principios de la economía circular se debe tener en cuenta que, en el caso particular de las instalaciones industriales en desuso, muchos de los equipos, infraestructuras y, en general, activos que formaban la unidad productiva se encuentran en un estado tal que les confiere la capacidad de reempleo con el mismo fin para el que fueron fabricados en otra ubicación diferente. Por ello, la premisa fundamental en el desmantelamiento de una instalación debe enfocarse en recuperar ciertos activos que, por su naturaleza y estado, tienen un importante valor.
Las opciones de reutilización son posibles, con mucha facilidad, en instalaciones industriales. También es posible aplicar el reempleo en el caso de los edificios de las instalaciones industriales en desuso, donde materiales como la madera o las vigas y pilares que forman las estructuras pueden ser empleados de forma repetida a lo largo de la construcción de los edificios, o incluso en ciertas industrias, que pueden propiciar la reutilización de componentes de desguaces para reparar o reconstruir productos nuevos. En este punto es donde se debe tener en cuenta un concepto importante y que tiene una significación en la realidad de nuestros días como es la huella ecológica. Otras de las posibilidades que aporta la economía circular y que se debe tener en cuenta como escalón superior al reciclaje, debe estar en la reparación (equipos reparables), que viene a ser la combinación inteligente de varias actividades enfocadas a la optimización de recursos y al aprovechamiento de residuos y subproductos. Se basa sobre todo en las posibilidades que ponen al alcance de la mano el reciclaje y la recuperación, siendo el paso previo para algunas alternativas de reutilización y reempleo.
Para aplicar la economía circular en una instalación en desuso, las siguientes premisas o puntos de abordaje deben ser estrictamente cumplidos:
Valor: maximizando el retorno económico por la venta de los equipos para ser reempleados y minimizando los costes logísticos y de transporte.
Tiempo: temporalidad muy definida para la ejecución de los desmantelamientos.
Calidad: la excelencia operativa es necesaria.
El desmontaje debe ser impecable para evitar la producción de residuos en búsqueda de la circularidad.
Para conseguir excelentes resultados en el reciclaje de los residuos generados en los desmantelamientos es necesario fijar una serie de requisitos pre-desmantelamiento y un preprograma para los materiales recuperados antes de empezar cualquier desmantelamiento.
Las posibilidades de gestión de los equipos y componentes procedentes de una instalación industrial son las siguientes, por orden de prioridad y de maximización del retorno económico, atendiendo a las directrices que marca la teoría de la economía circular:
1. Reempleo - Reaprovechamiento de máquinas y componentes en buen estado, con posterior instalación para continuar el proceso productivo.
2. Reutilización - Reaprovechamiento de componentes en buen estado de conservación y garantía de funcionamiento como repuestos para máquinas similares o con componentes semejantes.
3. Reciclaje de componentes, que debido a su naturaleza material y su valoración económica hacen posible su transformación para otros usos.
4. Valorización de componentes que, por sus dimensiones, forma o estructura, imposibilita una gestión rentable de los mismos, para ello se llevan a cabo operaciones de adecuación del componente para facilitar su gestión.
5. Vertido - Eliminación. Se trata de la última de las operaciones de gestión, siendo la indicada para aquellos componentes para los cuales no se disponga de vía de aprovechamiento o que, por sus características, de naturaleza peligrosa, deben ser eliminados de forma controlada. Esta opción no es válida en este modelo y el 100% de los elementos serán objeto de los 4 primeros puntos.
La reducción en la gestión de residuos por el mero hecho de la reutilización supone un antes y un después en el cambio de mentalidad a la hora de ejecutar este tipo de proyectos. El reempleo como iniciativa de fácil incorporación a las estrategias de economía circular, siendo estas modalidades las que permiten alargar la vida útil de estos equipos y materiales, siendo el primer peldaño de la pirámide de recuperación el objeto fundamental y alcanzable solo utilizando estos principios de sostenibilidad y reducción del consumo de materia primas. Se aplica la reutilización en materiales de construcción pudiendo ser empleados de forma repetida a lo largo de la construcción de los edificios, o incluso en ciertas industrias, que propician la reutilización de componentes de desguaces para reparar o reconstruir productos nuevos. En este caso se reemplea en torno al 60-70% de los materiales de construcción que se encuentran instalados para la construcción de un edificio.